En la cacería

Foto por M_K Photography en Unsplash

En mi última publicación salí demasiado optimista y el filtro del trabajo en que estuve salió demandando demasiado alto, la verdad no entiendo porque no buscan a personas que estén de una vez capacitadas en el campo o que se les de la formación debida para participar en el puesto. Ahora estoy recibiendo ayuda de un relacionista industrial para introducir mi curriculum en más compañías y ver como salgo adelante.

Hoy subí el cerro de Lomas del Este por primera vez en mi vida, no tenía idea que la subida era tan empinada, fui con un amigo que me conoce desde la guardería, pero nosotros estabamos separados por muchas diferencias de ideas, ahora más bien valoramos el que nos tenemos todavía desde hace tanto.

Venezuela con Trump me tiene sin cuidado, si me llama la atención ver que dice Trump sobre Maduro más adelante sabiendo que Edmundo estuvo en la toma de posesión, es demasiado disparejo, pero es puro negociar.

A veces me siento vacío mientras intento recuperarme del sabotaje. Me cuesta todavía explicarlo y trato de no hablar ni pensar mucho en eso, solo sé que debo ponerme a trabajar en recuperarme de eso, pero no tengo las ganas de hacerlo en el día a día.

Sobre el amor, no hay amor. Siento que sin platica más que de las comisiones de la inmobiliaria no soy atractivo. Las chamas que me gustan se ven inalcanzables y bueno nada me quedo ahí. Ahora desinstale Tinder y me quedé entre Boo y Facebook, pero Boo es demasiado complejo porque te arrojan hacia el lado de la red social o obligarte a pagar para que el match sea efectivo, cosa que no pienso hacer.

De resto mi día a día si no estoy manejandole a mi mama para hacer diligencias de la inmobiliaria y del derecho entonces ajuro estoy jugando Tower of Saviors o League of Legends esperando que las cosas mejoren y sin darle mucha cabeza al asunto. Me prometí leer más, pero me cuesta conseguir un horario donde tenga la atención plena para leer con cuidado.