Mi Ansiedad democrática


El día de mañana son las elecciones presidenciales de mi país, Venezuela. En el pasado solía escribir más sobre mi opinión ante lo que se hacía durante el diálogo y todos los esfuerzos de negociación que por lo general terminan en más atropellos, por más Corte Penal Internacional que tengamos... Pero este año me despegue de las noticias, tuve que dedicarme a mi desarrollo personal en discreción y modestia. Me aferré a creer en la ruta democrática con María Corina Machado, fui a manifestaciones, tome fotos, seré testigo en una mesa y obvio voy a votar. 

Hablar bien o mal del gobierno es una perdida de tiempo el resto del año, votar es lo que cuenta.

La realidad es que en estas últimas horas veo las cosas bastante oscuras con irregularidades, espantado con la cantidad de personas que el régimen se llevo detenidas y pensando en como podría haber fraude después de todo. Lo peor es que es algo que siento me lo quedo muy de mi. Esta lucha es de todos. Mis amigos verdaderos están todos viajando en Instagram, medio viendo las noticias con esperanza, pero muy incrédulos de que los villanos admitan la derrota de una buena vez. Todos queremos que comience una etapa de transición y no una segunda oleada de diáspora.

Si no estás al corriente conmigo, basta con que sepas que estoy trabajando con mi familia, que quiero volver a la universidad el año que viene, y que si la cosa no mejora por acá me quiero ir a España porque la soledad en Valencia me tiene mirando al balcón haciendo que me pregunte ¿quién soy?, y ¿por qué no estoy compartiendo mi vida felizmente como todos los demás?. Estoy estudiando programación en mis ratos libres y tratando de encontrarle un sentido a mi vida.

Aún si ganamos, y Edmundo entra en Enero. ese escenario no va a acomodar las cosas pronto, sería apenas el comienzo de poder empezar a destapar las ollas y responsablemente poner el país en la dirección que se merece mientras comienza una disputa de poderes. Si Maduro hace fraude, o gana porque si, sería solo más de lo mismo, buscar continuar con donde quedó el acuerdo de Barbados, medio hacer algo con PDVSA, y seguir forzando a la juventud al éxodo para poder encontrar la calidad de vida que merecemos para el año en que estamos.

Quiero creer que mañana Venezuela a pesar de tanta villanía puede cambiar, y que la gente ya entendió lo que yo decía de que la revolución terminó, y que la continuidad del proyecto de gobierno para una elite no ha traído beneficio sino para una clase obrera que toma migajas de un país en ruinas. Quiero creer que los que quedan entendieron que el uso del poder solo enfermó el sistema, y que el país seguirá agonizando si no tenemos un cambio real. Quiero creer muchas cosas, pero bueno, como todos solo quiero un mejor futuro.

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